lunes, 4 de octubre de 2010

Lectura para Parvulos: UN VIAJE AL OLVIDO

UN VIAJE AL OLVIDO.
Luego de una extenuante caminata desde Bojacá, cruzando por el mágico bosque de niebla y descendiendo por un camino empedrado cargado de hermosos tonos verdes, llegamos a la carretera pavimentada que comunica a Cachipay con la Gran Vía, anunciando que estamos próximos al descanso. Cortamos camino desesperados por los atajos que entrelazan la carretera, hasta encontrar la carrilera, guiados por ella cruzamos por los podridos travesaños de madera de un olvidado puente metálico de color rojizo, atiborrado de maleza, nos despedimos de la carretera, y llegamos a una solitaria calle donde alguna vez se detuvo el tren, del lado derecho el solitario hotel cercado por colosales palmeras, un abandonado teléfono público que sobresale por su cabina de color rojo, del lado izquierdo la tienda y la cancha de baloncesto, con un par de casas alrededor, y al fondo la carrilera disipada por la espesura, mostrándonos como la naturaleza recobra lo suyo.

Exhaustos llegamos al hotel, que nos recibe con sus paredes pintadas de blanco y manchadas de negro; sus barandas de cemento, sus grandes puertas y ventanas en madera; pintadas de un ennegrecido verde, su techo gris bastante fuliginoso; y el portero con su camisa perfectamente planchada de color blanco amarillado, pantalón azul oscuro y zapatos negros brillantes, que nos hace esperar un largo rato tras una pequeña reja verde, como si el hotel estuviera copado y hubiera que controlar tanto visitante; consulta con la señora de la recepción si podemos acampar en la parte trasera del hotel, abre la reja y nos acompaña hasta el mostrador de la recepción, siguiendo el protocolo que tanto ha ensayado.

En la recepción detrás del mostrador se encuentra una señora delgada, no muy alta, de finas facciones, pálida, un tanto demacrada, quien nos da la bienvenida, pregunta a cada uno los datos personales hasta llenar totalmente el registro, nos invita amablemente a conocer el hotel, recorremos varios pasillos de baldosín verde oscuro combinado con carmín, después salimos a la parte de atrás donde se encuentra la piscina, que incita más a la meditación que a la diversión, luego de hacer un largo recorrido y explicar pacientemente hasta el último detalle, nos muestra donde podemos instalar la carpa, nos ofrece el menú del restaurante, indica la hora de la cena, y al vernos la cara de cansancio hace un gran esfuerzo y se despide sin querer hacerlo, con una mirada que implora compañía.

Nos instalamos y vamos a la tienda por las provisiones para la noche, adentro de la tienda se encuentra un gran mostrador de madera de color verde claro, que con dificultad permite entrever los productos a través del vidrio, unos estantes semivacíos de inerte mercancía, reclinados en paredes ruginosas, un rugiente piso de madera, un apolillado techo sostenido con troncos de madera, del cual cuelgan un par de yermos bombillos, incapaces de iluminar, varias telarañas en las esquinas, un enmohecido olor a guardado y un pasivo tendero, que parece que hiciera parte del fondo de esta inanimada pintura. Compramos unas cervezas y no las tomamos en el andén del frente, mientras melancólicos contemplamos el atardecer.

Entramos nuevamente al hotel para la Cena, acompañados de la señora de la recepción, nos dirigimos al comedor, donde somos recibidos por un solitario mesero perfectamente vestido; el excesivo orden, la poca iluminación y el olor percibido daban cuenta de lo inmóvil del lugar. Revisamos rápidamente la carta y escogemos el delicioso bistec a caballo, que por supuesto era el plato más económico del menú. Mientras sucumbimos de hambre, con todo el ceremonial del caso, como si fuéramos unos huéspedes muy exclusivos o fuera una ocasión especial, somos atendidos por el mesero, y como si no hubiera más luz que la que iluminaba el plato, ni más animación que la de llevar el tenedor a la boca, devoramos todo tan pronto sirve. Finalmente vamos al sitio donde habíamos armado la carpa, en medio de unos tragos, nos transportamos a la universidad y reímos hasta quedar rendidos.

Una vez que realizamos nuestra travesía en bicicleta, tuve la oportunidad de conocer algo más del pueblo, el neumático de mi bicicleta estaba pinchado, pregunté al señor de la tienda donde podría resolver mi problema, me indicó que el señor que vivía cruzando la cancha de baloncesto tenía una bicicleta, de pronto el podría tener las herramientas para poder repararla. Por primera vez iba mas allá de la calle principal, atravieso la cancha de baloncesto, de piso fragmentado y pasto entre las grietas, de estructuras metálicas oxidadas, que miradas con detenimiento permiten intuir que alguna vez tuvieron un color naranja, a un lado un aro y un pedazo de acrílico transparente amarilleado por el paso de los años, del otro un solitario aro. Alrededor de la cancha hay un par casonas viejas, con paredes en adobo pintadas en blanco, un tanto agrietadas, marcos de ventanas y puertas en madera pintadas de color un color café y oxidadas tejas de Zinc. Al llegar a la casa, llamé varias veces a la puerta, cuando ya había desistido, abre la puerta un señor de unos cuarenta años, delgado, tez amarillenta, demacrado, cabello grasoso, frente arrugada, que si bien era bastante barbilampiño se notaba que llevaba mucho tiempo sin afeitarse, vestía una camisa blanca manchada con el cuello roído, a la que le faltaban un par de botones, pantalón de color claro bastante sucio y unas delgadas chancletas de caucho negro, quien levanta sus cejas y de forma hosca me dice: -- ¿Qué desea?, le comento lo sucedido y sin decir nada entrecierra la puerta; vislumbro por la estrecha abertura al fondo una lúgubre habitación, adosado a la pared un catre de metal con un delgado colchón, poco uniforme, una colcha encima desarreglada como si se hubiera acabado de levantar, y un par de ventanas que parecen llevar tiempo cerradas. Por su forma de ser se podía entrever que lo único que deseaba este huraño hombre, era enterrar con este olvidado pueblo el gran sufrimiento que lo embargaba.

Al finalizar nuestros alegres viajes a la Esperanza, me sentía como un dibujo animado de color, que había navegado por una estática historieta en blanco y negro. Años después, el hotel fue cerrado y con ello la esperanza de no ser olvidados.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Algo sobre Giotto

La Envidia de Giotto descrita por Proust

La Envidia tenía ya más expresión de envidia. Pero también en ese fresco ocupa tanto espacio el símbolo, y está representado de modo tan real, y es tan gorda la serpiente que silba en labios de la Envidia y le llena tan completamente la boca, hasta el punto de tener distendidos los músculos de la cara como un niño que está inflando una pelota, soplando, que la atención de la Envidia, y con ella la nuestra, se concentra entera en lo que hacen las labios, y no tiene casi tiempo de entregarse a pensamientos envidiosos.

“la Envidia, que parecía una lámina de Tratado de Medicina para explicar la comprensión de la glotis o de la campanilla por un tumor de la lengua o por el instrumento del operador,..”


La justicia de Giotto


“y aquella Justicia, que tenía el mismo rostro grisáceo y pobremente proporcionado que en Combray caracterizaba a algunas burguesitas lindas, piadosas y secas que yo veía en misa, y que estaban ya algunas alistadas en las milicias de reserva de la Injusticia.”

Algo sobre Giotto
Aproximadamentes se dice que Giotto murió a los setenta años de edad en 1337.

El pequeño de 11 años demostró por primera vez su talento artístico: cuenta que, estando el niño al cuidado de unas ovejas, mataba el tiempo dibujando a una de ellas sobre una piedra plana con una tiza. Acertó a pasar por allí Cimabue, quien, impresionado por el talento natural de Giotto —que había dibujado una oveja tridimensional, tan natural y perfecta que parecía viva—, lo acompañó hasta su cabaña y consiguió convencer al padre de que le dejara hacer del muchacho su aprendiz

Al concentrarse en estos conceptos esenciales, Giotto fue capaz de crear impresionantes imágenes de gente bajo presión, personas en crisis y hombres en los que se percibe claramente que están tomando gravísimas decisiones espirituales. Los pintores modernos, que a menudo han utilizado a las obras del florentino como fuente de inspiración, dicen haber encontrado en él una forma de aproximación directa a la más íntima e intrincada experiencia del espíritu humano

domingo, 26 de septiembre de 2010

Tres poemas de VINICIUS DE MORAIS

El Regreso De La Mujer Morena

Amigos míos, hermanos míos, cegad a la mujer morena
Que los ojos de la mujer morena me están envolviendo
Y me están despertando de noche.
Amigos míos, hermanos míos, cortad los labios a la
mujer morena.

Que son maduros y húmedos e inquietos
Y saben hacer voluptuosa cualquier frigidez.
Amigos míos, hermanos míos, y vos que amáis la poesía
de mi alma
Cortad los pechos de la mujer morena
Que los pechos de la mujer morena ahogan mi sueño
Y traen colores tristes a mis ojos.
Joven campesina que atraes cuando paso en las tardes
Llévame al casto contacto de tus ropas
Sálvame de los brazos de la mujer morena
Que son lazos, y quedan extendidos inmóviles hacia
mi cuerpo
Son como raíces que huelen a resina fresca
Son como dos silencios que me paralizan.
Aventurera del Río de la Vida, cómprale mi cuerpo a
la mujer morena
Líbrame de su vientre que es campo matinal
Líbrame de su espalda que es como el agua deslizándose
fría.
Blanca abuelita de los caminos, reza para que se vaya
la mujer morena
Reza para que se sequen las piernas de la mujer morena
Reza para que la vejez roa por dentro a la mujer morena
Porque la mujer morena está doblando mis hombros
Le está trayendo una tos insana a mi pecho.
Amigos míos, hermanos míos, y todos vosotros que
aún guardáis mis últimos cantos
¡Dad muerte cruel a la mujer morena!


POEMA DE NACIMIENTO
Para eso fuimos hechos:
Para recordar y ser recordados
Para llorar y hacer llorar
Para enterrar nuestros muertos -
Por eso tenemos brazos largos para los adioses
Manos para coger lo que fue dado
Dedos para cavar la tierra.

Así será nuestra vida:
Una tarde siempre olvidándose
Una estrella apagándose en la sombra
Un camino entre dos túmulos -
Por eso precisamos velar
Hablar bajo, pisar leve, ver
La noche dormir en silencio.

No hay mucho que decir:
Una canción sobre una cuna
Un verso, tal vez, de amor
Una oración por quien se va -
Que esa hora no se olvide
Y por ella nuestros corazones
Se entreguen, graves y simples.

Pues para eso fuimos hechos:
Para esperar el milagro
Para participar de la poesía
Para ver la cara de la muerte -
De repente nunca más esperaremos…
Hoy la noche es joven; de la muerte sólo
Nacemos, inmensamente.


Mensaje a la poesía

No puedo
No es posible
Díganle que es totalmente imposible
Ahora no puede ser
Es imposible
No puedo

Díganle que estoy tristísimo, pero esta noche no puedo ir a su encuentro.
Cuéntenle que hay millones de cuerpos por enterrar
Muchas ciudades por reconstruir, mucha pobreza en el mundo;
Cuéntenle que hay en alguna parte del mundo una criatura llorando
Y las mujeres están volviéndose locas y hay legiones de ellas que tortura
la nostalgia de sus hombres; cuéntenle que hay un vacío
en los ojos de los parias, cuya inanición es extrema; cuéntenle
que la vergüenza, la deshonra, el suicidio, rondan el hogar
y que se quiere reconquistar la vida.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Paseos Lichigos (i)limitada edición 2010

Preambulo:
Hacia el Sol orientó su rumbo el joven personaje alado. Deslumbrados sus sentidos -la potente luz y el calor vibrante sobre su rostro-, ensoñado su espíritu en cavilaciones termodinámicas –fuente primera de energía de la vida conocida-, afanaba su vuelo hacia el astro dorado. Más muy pronto la delicia inicial del caluroso abrazo tornose en desasosiego. Una extraña angustia empezaba a anidarse en su alma. Sintío estremecerse en si misma algo que se agitaba, que quería elevarse; algo que acaba de perder ancla a una gran profundidad, pero que ascendia lentamente. Icaro percibía la resistencia y oyó el rumor de las distancias que iba atravesando. Como la Venus que emerge de las aguas, una nostalgía en forma de viva imagen emergío de su alma, la imagen de mil noches y una bajo el dominio del plateado Astro, imágenes grabadas en su piel que perciben el viento frio bajando del páramo, su cuerpo entero añorando el blanco manto del nevado coronando la polifónica composición de rocas, montañas y peñascos. Como soplo creador que aprueba la existencia da aquello que demanda ser creado, parieron sus labios el nombre de su nuevo rumbo: "Cocuy"

Concepto:
Aprovechando la inmaculada oportunidad concebida para el 8 de Diciembre en el calendario del piadoso país del sagrado corazón, el paseo comienza en las instalaciones de la terminal de transporte de Bogotá en la noche del Martes 7 de Diciembre de 2010. Sampados en un Trans-Rápido-Flota-“algún nombre cundibuyaco”, se llega al pueblo [cual es el nombre del pueblo?] en la madrugada. Con transporte contratado [creo que esto incluye mulas pa cargar equipaje?] se llega al sitio de campamento en la tarde [es decir que no llegamos a una cabaña sino que hay que llevar carpa?].

Segundo día: caminata al nevado Pan de Azucar

Tercer día: caminata al Campanilla Blanco

Cuarto día: Regreso al pueblo. Y de nuevo viaje en Trans-Rápido-Flota-XY hacia Bogotá. Llegada en la madrugada del Domingo 12 de Diciembre. Es decir que en nuestro caso es el quinto día el cual podrá dedicarse a descanzar del paseo.

Participantes:
Por ahora la siguiente lista indica las personas que estiman como muy probable que puedan organizar la trayectoria de sus vidas para participar en el paseo:
  • Diego Ramos
  • Marce
  • Willi
  • Moni
Inversión monetaria:
Aqui se trata de hacer un estimativo de los costos totales del paseo y así mismo estimar los costos por cabeza.
  • Transporte Bogotá – “Pueblo”: $/trayecto/persona?
  • Transporte en el Cocuy: [como se paga esto, por días?]
  • Costo Guia (Rubén): $/días?
  • Estimativo para comilona y bebida: [ Ruben nos puede dar un estimativo?]
Equipo campamento:
Aqui se trata de hacer una lista de las cosas básicas y comunes para el campamento
  • Carpas para (hasta ahora) 5 personas: (quien, cuanto ?)
  • Fogones: (Diego, 1 gas); (Willi, 1 alcohol);
  • Ollas: (Willi, kit 2 ollas 500 ml y una “como sartén")
Condición Física :
Si bien es cierto que el estado físico es un factor que importa, nuestra meta común no es de caracter deportivo/competitivo. Es decir no se trata de “hacer pico” a como de lugar o de romper records de velocidad o de altura.

Por su puesto, una preparación super básica no estaría mal, eso disminuye las probabilidades de fatiga o de un “soroche”. Aquellos que se encuentran en la Sabana Bogotana tienen magnifica oportunidad para autoevaluar su condición pa subir montaña. Como dice la canción “El que en Bogotá no ha ido con su novia a Monserrate...”

Subir a Monserrate a eso de las 5 de la mañana es una experiencia muy especial. Durante el ascenso y estando “allá arriba en aquel alto” se es participe del despertar de la ciudad. Algo que esta muy acorde con nuestra lectura.

Recomendable es bajar en el Periferico o el Funicular. Las cargas dinámicas sobre las rodillas son más nocivas cuesta abajo. Recomendable es en este sentido informarse previamente sobre los horarios en los que funcionan los aparatos esos pa bajar de la montaña, pues el periodo de espera puede ser prolongado si uno no se sincroniza.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Las reuniones por Skype funcionan !!

Esta vez aparecimos la Marcela, el Diego R y el César.

Se le aclara a los ausentes que no es requisito haber leido, que no se toman lecciones y que se les extraña en estas charlas, porque más que un ejercicio académico es un espacio para botar corriente acerca de temas que nos llegan y que mantienen un espiritu joven y vital de seguirnos sorprendiendo de los libros, de los amigos y de nosotros mismos.

El libro es el hilo conductor que nos permite crear ese espacio, pero no seguimos un orden en partícular, ni si quiera se garantiza que se terminen de leer por completo, cuando deje de ser entretenido, que lo termine el que quiera y vamos por otro.

En esta reunión le hicimos una pequeña actualización a la Marcela de las anteriores, ella resaltó algo que me pareció interesante y que no se comentó suficientemente en las reuniones anteriores: El preparar y discutir lo leido empieza a iluminar zonas de nuestra personalidad en las que no habiamos reparado.

Yo mencioné la aparición de personajes o actitudes fantásticas, dentro de un contexto bastante realista y como el usar este tipo de recursos entretiene mucho al lector, pero abusar de él lo puede hacer poco creible, en partícular recordé que la tia del Marcel siempre habla en voz baja, porque asegura tener algo suelto en la cabeza y si habla muy duro se le desajusta un poco más. Ahora personas de esas hay por todo lado, yo mencioné una amiga de mi hermano que usa como directorio telefónico las paredes, no todas, de su apartamento y la Marcela a una señora en Italia que siempre que hablaba terminaba su discurso con una suave tonada, siempre la misma, casi inaudible, repetida con absoluta precisión.

Tratando de entender el oficio de los escritores, establecimos que su relación con el lector se basa en trasmitirle su mensaje de la manera  más universal posible, sabiendo que generará interpretaciones y reacciones particulares. Esto con la idea de preparar el ejercicio propuesto por el Diego, el de describir el lugar de "La esperanza". Que debemos buscar en esa descripción?, sería la pregunta a responder por cada uno para empezar con la tarea.

La reunión estuvo muy corta, por temas del trabajo, los jefes y los clientes que no pueden entender que uno tiene cosas más importantes en ese momento, por lo tanto y después de ser víctimas de la intolerancia hemos tenido que dejar en el tintero muchos temas, yo les adelanto algunos para las próximas reuniones:

Las cronicas de los pueblos y su evolución a la noticia amarillista de las ciudades de hoy, el lenguaje corrompido.
El agazajo, la complacencia y el cumplido fácil siempre encierran hipocresia?.
La representación del tiempo en Las iglesias, otro punto de encuentro entre el arte y la religión.

martes, 31 de agosto de 2010

Benozzo Gozzoli

El autor menciona un grabado de este artista en el primer capítulo, para que nos hagamos una idea del hombre:


Más información

jueves, 19 de agosto de 2010

Escritura para parvulos: Tarea Descripción de un lugar

La misión
Arriesgarnos a describir un lugar (Por ejemplo de los paseos lichigos, la Esperanza... etc. ) utilizando alguna técnica literaria, para ver los toros desde la barrera.
Fecha de entrega: Tres semanas
Lugar de entrega: Añadirlo como un comentario a esta entrada

lunes, 16 de agosto de 2010

Comentarios a "la Tarea" de Cesar

Yo quisiera retomar los apuntes de Cesar para el “manual de literatura para parvulos”. Yo también encuentro maravilloso (y a la vez algo siniestro) ese acto de creación implicito en la actividad literaria. La posibilidad de crear un mundo a imagen y semejanza del autor. Pues más que el acto de mágia en el que a travez de un conjuro específico (“abra cadabra patas de cabra” o “hágase la luz”) poderes inefables extraen de las profundidades del caos las formas eternas de un mundo ideal, yo lo entiendo más bien como la formulación de un algoritmo. Si!; eso, un algoritmo siniestro, que cada vez que es leido, repasado por el lector, pone en funcionamiento mecanismos subyacentes en el cuerpo y el espíritu del lector. El lector se transforma entonces en un demiurgo que lleva acabo el plan creador del Autor. Sinembargo es un acto en cierta medida irresponsable, pues no está en poder del Autor precisar las consecuencias de la ejecución de aquel algoritmo, no está en poder del Autor precisar el comportamiento de sus demiurgos una vez estos saborean el placer del poder creador adquirido.

Las descripciones parcen ser parte fundamental de estos algoritmos. Es probable que el esmero de algunos autores en la descripción del espacio y los personajes de su mundo, no sea otra cosa que el intento de apuntalar un marco, un canal para encausar el proceso creador de sus lectores, y así poder lavarse las manos en el caso que alguno de sus demiurgos arme el mierdero con su plan (quien quita!).

La prolijidad en las descripciones es en el caso de Proust una cuestion “crónica”. Para un terricola de principios del siglo 21 la casi ausencia de acción que implica esa minuciosa dedicación a la descripción de las sensaciones, alegrias y temores individuales, del entorno y de “la personalidad social” de los caracteres, se presenta como una inercia casi inamovible.

Pa intentar entender la técnica de escritura de algorítmos aplicada por Proust, aqui va mi tentativa de desmenusar las primeras 20 o 25 páginas del libro:
- En la introducción una minuciosa y muy sentida descripción del sopor que experimenta el autor al adormecerse y al despertar. Aqui se entrelazan imagenes de diferentes cuartos donde el autor ha dormido.
- Luego viene a mi modo de ver una extendidisima descripción del “drama del momento de acostarse”. Un aspecto, que según leemos en el aporte de Marce, se trata de una manía o enfermedad muy personal del niño mimado que fue Proust. Este drama no es descrito de forma lineal sino entremezclando la descripción de los personajes centrales de la escena:
+ Primero La Abuela (Matilde), ligada a una descripción del Jardín,
+ Luego la tía y su “injusticia” frente a la Abuela.
+ Luego aparece por primera vez el señor Swann, y a éste le dedica varias páginas. En especial para detallar su “personalidad social”, es decir la imagen de Swann según la familia de Proust. Aquí nos presenta, a travez de diferentes anecdotas, varios elementos sobre la relación entre los personajes, es decir “la idea un poco india...” y la hipocrecía que de allí se deriva.
+ Despues de una conversación superficial sobre un tal Saint-Simon, empieza una especie de climax, en donde se nos presenta una narración muy sentida de la Importancia del Beso al acostarse, luego la angustia por el beso frustrado, la tentativa de recuperarlo a travez de la cartita, la negativa enviada a travez de Francisca, la rebeldía y finalmente el inesperado desenlace.

Bueno, habrá que encontrar mejores pistas pa’ aplicarlas al relato de “la lógica del rejo y el Jugo”. Claro está que el “algoritmo” de Diego Ramos sobre el rejo quemao funciona bien en mi “CPU” personal.

Willi

domingo, 15 de agosto de 2010

Segunda reunión - "otro eslabón perdido"

Para la segunda reunión aparecieron en el mundo skypiano Diego Ramos y el Willi. Teniendo en cuenta que la actividad literaria en nuestro Blogg ha empezado a tomar fuerza, hoy dejamos el tema literario a un lado y discutimos un poco acerca de uno de los eslabones escenciales de aquella nuestra vida universitaria, la cual parece que andamos acechando a travez de este experimento... en busqueda de aquel tiempo perdido(?). Se trata de los...

“Paseos Lichigos ltda”

Apenas ahora emprendo un intento por recapitular aquellos paseos. Voy buscando aquellas imagenes que de forma más intensa permanecen en los lugares más accesibles de mi memoria... primero llegan aquellos momentos que en mi quedaron grabados con mayor fuerza... rodando cuesta abajo en la carretera Mosquera – La Mesa y el azotón contra el negro asfalto, producto de sobrepasar el límite de fricción lateral en una cerrada curva a la izquierda... no he terminado de extraer la deliciosa sensación de vertigo previa al resbalón y ya salta una nueva imagen... esta vez en un agradable kiosquito en la finca de algún familiar de Yadir Adriana, donde nos disponemos a meterle muela a una gallina criolla sazonada como mandan los cánones montañeros... de nuevo no me da tiempo esta como avalancha de imagenes para deleitarme en los vapores que ascienden de la blanca yuca y el moreno platano que me he servido y ya estoy de amanecida en la sala de alguna casa en Madrid, guitarras, licor, las amigas de Cesar, una borrachera de esas del tipo “espasmosas”, en las que pareciese que el mundo hubiese dejado de girar y todo aquello que se encuentra a nuestro alredor flota dentro un espeso eter, la fuerza de la gravedad ha sido desactivada y las cosas solo parecen permanecer en su lugar debido a esa densa condición del eter que las envuelve... pero el caleidoscópio de recuerdos ahora gira cada vez más rápido, la liviana pesadez de la borrachera se transforman ahora en un jadeante guayabo a orillas de la represa de Betania, no alcanzo a saltar al agua y ya estamos bajo el negro techo celestial atiborrado de luces en la Tatacoa, ya estoy de azado en las piedras de Tunjo, el trasnocho y el licor me han transportado a mi cuerpo a estados precolombinos, estoy convencido de ser uno de los habitantes de estas cuevas, pero ya estoy de nuevo en Cachipai y corro a lo que dan mis piernas, huyo, debo dirigirme hacia un arbol, miro hacia atraz, y allí está el objeto de nuestra obseción, cuando se encuentra en nuestras manos nos procura una dicha inefable, el placer y gocé del poder, la libertad de ser cruel... pero no ahora debo huir, ahor la veo, es el Diego Ramos corre tras de mi... este experimento parece haberse salido de control, ya no soy yo quien busco en mi memoria, son las imagenes las que se desbordan hacia mi conciencia... debo aceptar que el proceso no es ni en lo más mínimo tan organizado y dilatado como aquel de nuestro amigo Marcel, o por lo menos así no los lo hace ver él a travez de sus meticulosas descripciones llenas de sutilezas sensoriales, pero este vertiginoso viaje a travez del tiempo me ha llenado de un gozo muy sabroso.

... y entonces

Siguiendo la hipotesis aquella de que esta vida tine más sentido en la medida que alimentemos con generocidad nuestra existencia con experiencias para construir nuestro capital de recuerdos, pongo a consideración de Icaro la opción de trabajar juntos en la construcción de un capítulo nuevo en nuestro catálogo memorioso dedicado a los “Paseos Lichicos Ltda”. El objetivo geográfico es la Sierra del Cocuy, como hay que aceptar que las condiciones de frontera se han modificado, la propuesta es inscribirnos en un plan organizado. Por ahora hay una opción identificada, se trata Travesias Tierraluna. El guia (Rubén Dario Romero) es amigo de Diego Ramos. Él ofrece un plan saliendo de Bogotá el 4 de Diciembre de 2010, con regreso el 8. Costo por naríz es 330.000 Pesos (más detalles los envío por e-mail). Creo que lo primero que hay que definir es:

1. Quien se apunta? -> cuantos somos (x)
2. Hay todavía x plazas en el plan de Tierraluna?

Yo me encargo de llamar a Rubén la próxima Semana y confirmar si el plan aún está abierto. Vuestras reacciones, queridos Icaros, las podeís poner en los comentarios a este Título.

Willi

viernes, 13 de agosto de 2010

Como no estoy el sábado hay dejo la "tarea"

Bueno como no puedo asistir al skype, les dejo mis notas para que les hechen una mirada si les queda tiempo.
Voy a penas en la página 30. Espero ponerme más intenso ahora que se solucionó lo del trasteo y demás: Es decir vuelvo a tener un sofá y tiempo para leer.


La descripción en la literatura.
Siempre me había parecido que muchos autores exageraban en la extensión que le daban a las descripciones de lugares, es decir, me fijaba y disfrutaba un poco más de las situaciones y de los personajes y las relaciones entre sí, de las ideas diríamos. Mi sensación en esta parte de la novela es que voy tomando conciencia de una técnica, que en realidad nos habrá pasado muchas veces, a través de una buena descripción que va desde el clima, hasta los detalles de la decoración del lugar, los autores van encerrando al lector en el mundo en que ellos están, para después si, decir lo que tienen que decir. A ver si me explico, inicialmente me siento en un espacio absolutamente abierto: imagínense una cancha de futbol, de repente el autor me pone un jardín al frente, pero detrás de una ventana y me coloca una chimenea a la izquierda y una colección de monedas en una vitrina en la pared de la derecha. Creo que lo que el autor ha logrado conmigo, además de obviamente recrear una situación y un clima en particular, es que tiene toda mi atención, la situación que se va a desarrollar en ese espacio es mucho más fácil de sentir y de recordar. Por ejemplo por esta técnica tengo muy marcada la escena en que Basilio empieza a pintar el retrato de Dorian Gray. Por un lado no me extraña que lo que acabo de decir esté en un manual de escritura para párvulos, pero ya que Diego está que se escribe, pues ahí tiene para su inventario, primero: conseguir el manual de escritura para párvulos.

“La idea un poco india…”.  De que la gente no cambia de situación social, me llamó la atención como a más de cien años y de miles de kilómetros y con una historia completamente distinta también acá tenemos  “los notarios y procuradores miembros de la burguesía”. Me parece que aún en estos países emergentes, las numerosas castas sociales siguen vigentes, es decir cuando uno lee el párrafo le parece un poco ridículo, anacrónico, complejo, esnob y luego mira a su alrededor y le parece increíblemente parecido a nuestra realidad, ejemplo: han visto el ego y la solemnidad con que se atiende a un notario y de ahí para arriba (concejal, senador, ministro, presidente de multinacional etc.), la verdad no vi la ceremonia de posesión del presidente, pero todo esto de la banda y del discurso aplaudidísimo y el “besamanos”, bueno pues remítanse a los adjetivos ya utilizados. Claro eso mirando hacia arriba, porque habrá que ver que hubiera pensado mi madre si me da por casarme con una honrada trabajadora sin educación profesional, bueno quería reírme un poco y no ponerme pesado, así que dejémoslo ahí.


Perder prejuicios
Dicho lo anterior le encuentro un valor moral maravilloso a la literatura: Al desnudar el alma de hombres y mujeres de todos los tiempos y lugares, se van perdiendo algunos prejuicios y se es más consciente de los que quedan.

Perífrasis (retórica)
En retórica, dentro de las figuras literarias, la perífrasis o circunloquio, es una de las figuras oblicuas; consiste en designar de forma indirecta un concepto a través de un conjunto de sus características.
Fundamentalmente, se trata de dar un rodeo para evitar una expresión estereotipada o común más usual, utilizando para ello varias palabras que la evocan sin citarla de forma expresa.
Ejemplos
"el techo del mundo" = la cumbre del Everest;
"el rey de los animales" = el león;

Los periódicos
Hace unos quince días leía algo de Javier Marías y no recuerdo quien decía que la lectura de diarios era una absoluta pérdida de tiempo, pues me sonó y desde ese día no he vuelto a leer eltiempo.com ni ningún diario digital y voy en el carro y escucho javeriana estéreo y la hjut y vivo mucho más feliz les confieso, dejar a un lado esa obsesión por el dato fresco, que no es más que un morbo generalizado, me ha aligerado los días, ando de mejor genio. Más aún cuando me encuentro con esa joya en el libro, donde dice: “Lo que a mí me parece mal en los periódicos es que soliciten todos los días nuestra atención para cosas insignificantes, mientras que los libros que contienen cosas esenciales no los leemos más que tres o cuatro veces en toda nuestra vida”

Marcel y el señor Swam
Este primer capítulo alterna muy bien la primera voz: íntima, infantil, quejumbrosa, con un relato de situaciones familiares en tercera persona, me parece que el efecto es que a veces cuando se torna repetitivo el niño Marcel, se empieza a volver como un telón de fondo para que se realce la historia y el carácter del señor Swam, este es el tipo de cosas que me van pareciendo originales en el autor y le dan un tono propio al libro, es decir en la misma situación el mismo narrador es niño cuando habla de sí y adulto cuando habla de los demás.

Formar el carácter de un hombre
Bueno, parece que en esto si hemos cambiado un poco, los niños se consideran en esta época menos que los adultos, el autor menciona que por un momento lo trataron con el nivel de un adulto ó algo así, la infancia se ve como una etapa de incapacidad emocional y un objetivo primordial de la educación es fortalecer el carácter de un hombre, de un hombre que sobre todo desprecia los sentimientos y los impulsos nerviosos y por lo tanto estima de sobremanera  la razón. También creo que hay algo social en eso, las manifestaciones físicas de afecto eran mal vistas, la persona con clase acudía al cumplido y al insulto sutil e inteligente, la persona sin clase acudía al abrazo y a la pelea a puño limpio. Recuerdo muchas lecturas de esta época o cercanas, en las que los niños son atendidos por el servicio y se presentan ante sus padres solo en algunas ocasiones y es normal que los padres emprendan largos viajes sin llevarlos y cuando vuelven no es que vayan corriendo a saludarlos, seguramente todo eso ayudaba a formar caracteres muy fuertes, o muy débiles como el del Autor.

César.

Recuerdos como capital de vida

En algunos momentos he llegado a sentir que una descripción acertada para mi existencia sería como una constante construcción de recuerdos. La palabra “recuerdo” implica un contenido sensorial y sentimental en la memoria. Creo que es sobre todo ese aspecto sentimental el que diferencia a un “recuerdo” de un “dato” memorizado (pa ponerlo en terminos muy “informáticos”). Se trata pues no solo de imagenes de lugares, objetos o personas, u otro tipo de experiencias sensoriales (olores, melodias etc), sino sobre todo de una condición específica del espíritu.
En esos momentos creo entender con claridad que es esa colección de experiencias la que le dan valor al transcurrir de la existencia, el capital de mi vida, pa ponerlo ahora en terminos económicos. Y es que por más complejo, mágico, maravilloso que sea el proceso biológico de la vida, en determinados momentos una intensa "descepción" se genera al sentirme inmerso en ese mecanismo que los libros de primaria resumian en: “nacer, crecer, reproducirse y morir”.
En este contexto, yo creo que esta obra de Proust se puede abordar como un proyecto en el cual, él se propone a hacer inventario minucioso de su capital de vida. El mismo Proust describe un método para “extraer” de lo profundo del alma esos recuerdos que la habitan (o la conforman?): “Vuelvo con el pensamiento al instante en que tomé la primera cucharada de té... vualvo a ponerla [al alma] cara a cara con el sabor reciente del primer trago de té...”

lunes, 9 de agosto de 2010

Algo sobre la vida de Proust y sus circunstancias al escribir "en busca del tiempo perdido", Marcela.

Proust nació el 10 de julio de 1871 en Auteuil, un elegante suburbio rural de París. Su familia pertenecía a la alta clase media. Su padre, el doctor Adrien Proust, no sólo ejercía la Medicina, sino que era profesor de la Escuela de Medicina de París y figura prominente del cuerpo médico francés. Su madre era Jéanne Weil, una bella y culta judía alsaciana, que adoraba y mimaba a su pobre hijo desvalido. Robert, el más joven, heredó la robusta salud, la profesión y el gran sentido común de su padre; Marcel, dos años mayor, heredó los nervios y la sensibilidad enfermiza de su madre. A los nueve años padeció un ataque, diagnosticado como asma y que sucesos ulteriores contribuyeron a agravar. Proust se convirtió en un asmático crónico, un ser medio inválido que siguió siendo -quiso seguir siendo- un enfermo toda su vida. Se apegaba apasionadamente a su madre.

Hay poca diferencia entre el Yo de la novela autobiográfica y el "Marcel" de la vida real. Cuando fue hombre, Proust frecuentemente se dirigía a su madre en el mismo tono quejumbroso y angustiado de niño dolorido. El acento de mortificación frecuentemente se une en Proust a una mezcla de histeria reprimida y propia conmiseración. Demasiado débil para desear el bien, demasiado respetuoso para disfrutar del mal plenamente, conociendo solo el sufrimiento.

Marcel fue criado y educado casi exclusivamente por su madre. Ella trató de fortalecer su espíritu incitándole al trabajo -era muy perezoso para sus lecciones-, pero siempre que le regañaba. Si Marcel tenía un prolongado ataque de tos, su madre se veía obligada a abandonar el papel de preceptora trocándolo por el de enfermera. .ノl se retiraba a la biblioteca, donde convertía la vida en literatura; se decía que tragaba los libros y leía a la gente. Esperaba con ansiedad las épocas en que su familia veraneaba en Illiers, donde había una gran biblioteca en casa de su padre. Entretanto recibía una instrucción irregular.

A los 21 años, Proust era un joven de sociedad, agradable y muy conocido. Era como su madre, de tez morena aceitunada, de lustroso cabello negro y soñadores ojos negros "embrujadamente expresivos". Una sonrisa continua, agradable y acogedora se dibujaba en sus labios y su risa estallaba al menor pretexto. Daba la impresión de un niño muy crecido, indolente y extremadamente observador. De constitución delicada, por sus modales tímidos y afeminados, se convirtió en favorito de las damas de mayor edad. Hizo su aparición en el exclusivo mundo de la aristocracia en el salón de madame Geneviève Strauss, que había sido esposa del compositor Bizet y madame Arman de Cailavet, provocativa inspiradora de Anatole France.

Marcel era bondadoso, delicado y agradecía el más insignificante favor y la menor atención, y cuán terrible e insensata tristeza le invadía si se sentía mortificado, o creía que debía sentirse herido. Le gustaba la compañía de las muchachas, así como de los jóvenes -ya que no podía practicar ningún deporte tan agitado como el tenis, gustaba de planear sus excursiones campestres-, pero ninguna muchacha tomó en serio sus atenciones, y sus compañeros únicamente fingían estar celosos de él, para halagarlo.

Cierto es que el constante cariño por su madre, hizo que su vida emocional fuera equívoca (homosexual no declarado), en cambio. no hubo vacilación en su vida intelectual. Sabía que iba a ser escritor, aun antes de ponerse a escribir. Después de cumplir los veinte años, formó parte de un grupo que, cultivado en los salones de madame Strauss, floreció en una pequeña revista: Le Bouquet. Tenía algo del valor y algunas de las pretensiones del The Yellow Book.
Antes de alcanzar los treinta años Proust mostró tendencia a destruirse a sí mismo. Casi derrotado por una desesperada disyuntiva, vacilaba entre la pureza y la necesidad. Por una parte, deseaba hablar y escribir con franqueza, pero se daba cuenta de la exigencia social de recatarse y sufrir la lucha entre lo que quería revelar libremente y lo que debía ocultar al público, a sus padres y hasta a él mismo. Su vida cotidiana, en esta situación era muy difícil. Vivía ocasiones y momentos en que le resultaba literalmente difícil hasta respirar. Con la muerte de su padre, sucedida en 1903, y la de su madre, dos años después se volvió un hipocondríaco y fue muy desgraciado. La muerte de su madre fue un golpe del cual nunca se recobró. Proust se volvió un huérfano desamparado a los 34 años y se sintió hasta el fin de sus días como un niño abandonado.


Durante la producción de su gran obra, Marcel se encerró, aislándose como un neurasténico, cuyos nervios de irritaban por las cosas más nimias, como los ruidos de la calle, el polen de los árboles, incluso, se sentía afectado por la luz del día. Para evitar escuchar los ruidos, amortiguó con corcho la habitación que ocupaba y las ventanas las cubrió de celosías para evitar la entrada de la luz del sol. En el invierno, dormía completamente vestido y aun, en verano se forraba con un jersey, medias, gorro de dormir, guantes y bufanda. Permanecía en cama por más días, los frascos de medicinas y los pomos vacíos estaban esparcidos por todas partes, mezclados con sus manuscritos. Y en un desorden completo, reposaban los veinte grandes cuadernos que contenían las últimas partes de su obra.

Viviendo a costa de analgésicos y falsos estimulantes, su situación empeoró rápidamente. Tenía que tomar narcóticos para descansar; y, después de dormir tres días merced al veronal, se requería la adrenalina y la cafeína para que permaneciera despierto. A los cincuenta y un años contrajo una pulmonía, pero no quiso llamar al médico. Su hermano, el doctor Robert, tuvo que valerse de la fuerza para atenderle. Proust se negaba a hablarle y desechaba los medicamentos, quejándose de que él tenía que trabajar. Su última hora la dedicó a corregir pruebas. Sobre todo, quería hacer unas modificaciones a su descripción del escritor moribundo, Bergotte, "porque -decía- tengo que hacer varios retoques, ahora que me encuentro en el mismo predicamento". Marcel Proust murió el 18 de noviembre de 1922.

REJO QUEMADO

En un pequeño escrito narre sus experiencias, sensaciones y sentimientos,...

sábado, 7 de agosto de 2010

Tiene Cara

A todos nos ha quedado un buen sabor de la primera reunión, primero por lo novedoso y luego por lo entretenido que ha estado, esperamos que a los que no pudieron venir les motiven estas líneas.

Voy a intentar darles una idea de lo que ha sido la primer reunión, no es una transcripción, simplemente lo que recuerdo que dijo cada quien.

Hemos "venido" Diego Ortegón (D.O), Diego Ramos (D.R), Willington Ortiz (W) y César (C)

Porque estamos acá, que quiere cada uno?
D.O,  W: Aprender algunas cosas más, estudiar un poco el contexto en que se escriben estos libros, enriquecer la lectura que hace uno por su parte, con la que hacen los demás, obviamente hay algo de nostalgía con lo que se hacia en la universidad, se espera recobrar un poco todo aquello.

D.R, C: Cierto, pero hay algo más, al leer se generan preguntas un poco personales, es interesante responderselas y plantearlas con los amigos, reflexionar un poco sobre los temas que el mismo autor va tratando. Cuando se leer para si mismo prima el entretenimiento, como ver una buena película: Recuerda uno con el estilo, algunas partes, algunos nombres y la sensación que deja. Leer para compartir es empezar a desmenuzar cada parte, se crea una relación Autor-Lector-Otro, a veces el libro ó el autor es un intermediario para conocer al otro y para reconocerse también, al menos en ese momento.


Y entonces que orden seguimos?
D.O: Es bueno que haya algo de contexto, debemos investigar un poco sobre la vida y la situación del autor, ubicarnos en su momento y lugar.

C: Bueno como no vamos a poder estar todos siempre yo propongo el uso de un blog para que cada quien que pueda aportar lo haga en las reuniones o lo deje en el blog, lo del contexto se podría dejar en el blog para que se pueda compartir con todos.

D.R: Cada quien que traiga las notas de lo que le interesa tratar, sea formal ó de sus propias reflexiones y nos vamos dando la palabra.

D.O: Usando la mano del Skype (emoticon).

Y como es eso del blog?

C: Hay dos formas de agregar contenido: Una nueva entrada y un nuevo comentario a una entrada que ya existe, para agregar entradas les envío a todos el usuario y la clave del BLOG por correo electrónico, se loguean y les aparece la opción de una nueva entrada, como agregar una entrada en un foro. Para agregar un comentario a una entrada ya existente,ni siquiera hay que loguearse, se hace a través de agregar comentario.

Bueno pues adelante.
Vamos más o menos todos en la primer parte del primer capítulo: Combray I, el autor en primera persona recuerda su infancía en Combray y las sensaciones que le causaban el acostarse a dormir. En adelante un brevísimo resumen de la conversación:

C: Primero que todo quisiera plantear el tema de la traducción, la traducción es en sí muy interesante, un libro que ha visto la luz gracias a las palabras de un idioma en particular, nos llega sin usar ninguna de las palabras en las que fué creado, esta es una idea recurrente en la literatura; la mencionan Borges, Javier Marías, cualquiera que se tome la traducción en serio. Luego el traductor necesariamente re-escribe la obra, no lo puede hacer literalmente, tiene que tratar de encontar el estilo del autor. Sería bueno que cada quien comparara diferentes traducciones de este libro y quizas para las siguientes partes escojamos la que más nos guste.

D.R: Si, yo leí una versión en la Luis Angel, y la digital y son bien distintas, vamos a averiguar la digital de quien es y vamos mirando.

W: Bueno, la primer parte del periodo entre el sueño profundo y despetarme, es especialmente importante para mi, me identifico mucho, es desagradable esa sensación y muy intensa.

C: Básicamente el autor dice que uno debe reconstruirse en fracciones de segundo, es un viaje a alta velocidad entre el inconciente y el conciente.

D.R: Y ahí está la esencia de lo que uno es, todo lo que tiene que reinventar cuando despierta: donde está, cuales son sus afanes, cual es su realidad.

D.O: Primero que todo me parece muy universal, la forma en que el autor narra esas sensaciones, es la forma en que las recordamos todos. Ahora más que lo sicológico, yo veo una intención romántica en el autor, él busca darle mucho significado a las cosas que lo rodean y a las sensaciones y sentimientos que le generan. A mi me gusta la nostalgía de la infancia, porque en la medida en que vamos ganando años se hace más fuerte esa nostalgia, al menos para mi.

C: A mi los problemas en que me meto no me dan tiempo para esa nostalgía, ahí tiene la cura.


D.R. Otra parte muy interesante es esta: "Imaginándose que en una cosa real se puede saborear el encanto de lo soñado" .  Es preferible seguir soñando con ciertas cosas, porque cuando se cumple algún sueño a veces no es como se espera.

W: Además que parece que uno deja de luchar por ciertos sueños, para evitar la frustración de no poderlos hacer realidad.


C: Ese primer capítulo crea un clima sumamente privado,  personal, está narrado en primera persona y se refiere mucho más a las cosas que a las personas, me gustaría saber si el autor tenía hermanos, parece poco sociable en sus recuerdos.

D.O: Pués al menos se ve un niño consentido, a mi me parece un niño puppy.

Y el rejo quemado?
D.O. Va a enriquecer este blog con contexto del autor y su obra, D.R. Va a averiguar esa versión digital de quien es y C, escribe estas líneas y les manda el usuario administrador del Blog.

viernes, 6 de agosto de 2010

Por el camino de SWANN

Sin mayor debate y por sugerencia de Diego Ramos, hemos empezado por Marcel Proust. La reunión de mañana sábado 7 de Agosto a las 8:00 se hará por Skype.